¿Quieres ser mi Amigo?
No creas, que porque me conoces, todo de mí, lo sabes. Puede que te equivoques. Y todo aquello que yo te muestre, o te demuestre; no sea más que lo que parece. Una figura terrestre; de sentimientos carente. Solo para conocerte. Solo para saber cuánto te mientes.
No trates de comprenderme, cuando solo sabes juzgarme. Porque no podrás aconsejarme, mucho menos entenderme. Yo mejor que nadie, sé lo que hice, y por qué. No quieras investigarme. No pretendas hacerte creer, que aquello que desconoces, es la clave para tratarme, o tolerarme. Porque solo lograrás alejarme.
No te compares con nadie, mucho menos conmigo; solo porque creas que peores, no han existido. Eso puede generar egoísmo. O puede que tu autoestima, pronto se vuelva contra ti mismo. También sé, lo malo que he sido. Y ya es demasiado castigo, llevar en mi conciencia, todo eso que he vivido; como para soportar los golpes agresivos, y extorsivos, de lobos; que con piel de cordero se han vestido.
No sigas inventando historias que nunca han sucedido. Todo aquello que habías dicho, cuando creías que tenías un sexto sentido, solo te ha confundido. Ninguno de tus inventos habían sido ciertos. Y si bien en su momento, fueron solo el intento, para explicar mi mal temperamento; hoy no tienen fundamentos. Y aunque me los han contado, con los peores sentimientos; ya ves, ni siquiera han servido, para arrancarte de mis pensamientos.
Deja ya de lamentarte, y reprocharme, todo lo que he tenido, incluyendo los que han sido, por un día, mis amigos. ¿Por qué soy yo quien ha perdido? Si hay algo que de esto he aprendido; es que en el camino, bien o mal escogido; elegir tiene un precio, exige muchos sacrificios. No me siento traicionado ni vencido. Nada es definitivo. Ni siquiera las personas que has conocido. Ni siquiera el destino.
No sigas mirando y recordando mi pasado. Porque puede que solo estés en este presente, tu futuro retrasando. No sigas midiendo cada paso que voy dando. Porque no soy tanto, ni tonto. Sé que no alcanzarían las varas, para medir mis pecados; y por más que me sean perdonados, siempre quedarán en alguien, grabados. También sé, que los tuyos son contados, y casi sin significados. Sin embargo, ¿por qué tu corazón has cerrado?
No creas que me conoces, simplemente, por lo que ves a diario. No te esfuerces por entenderme, cuando solo te comportas como mi adversario. Y por favor, deja ya de utilizarme, solo para compararte, creyendo; que yo soy un afortunado, porque todavía estás a mi lado. He experimentado cambios, que solo el corazón puede percibirlo. Y ni siquiera el más mínimo detalle, has podido descubrirlo. Yo sé más de ti, sin que me lo hayas confesado. Yo sé más de ti, porque nunca me interesé por tu pasado.
¿Quieres ser mi amigo?
Primero debes ser humano. Yo lo soy, y por eso muchas veces he errado, y otras golpeado; y otras amado. Pero he descubierto que aún creo en mi hermano; a quién tantas veces he fallado. Ése, por el que muchas veces en silencio, he llorado. Porque su dolor, yo lo había causado.
¿Quieres ser mi amigo?
Deja de esperar ese paso mal dado, error que todos cometemos por el solo hecho de ser humanos; y mediante el cual siempre confirmarás, que no estabas equivocado. Errar es de humanos... ¿Y perdonar? ¿ Acaso no te hará mejor humano?
¿Quieres ser mi amigo? Intenta serlo sin esperar nada a cambio. Y si vuelvo a fallar, quiero creer que estarás a mi lado; dándome otra oportunidad para mejorar. Pues hoy, no me quedo mirando, pensando, buscando en los nuevos amigos; secretos sepultados, ni siquiera cuánto ha ganado. Hoy solo me pregunto, ¿podrá perdonar mis pecados?...
